60 años educando con pasión por la excelencia en un camino histórico entre luces y sombras; un legado memorial de compromisos y entrega fiel hasta el final.

Direccionado por las Religiosas Agustinas Misioneras, y gestionado por profesionales idóneos y comprometidos con la misión y visión institucional; nuestro colegio inició con este sueño educativo en el año 1.958 en una casa alquilada; antigua pero muy hermosa en la calle 72 con carrera 5 en Bogotá. Tres años más tarde, nuestra ubicación cambió a la calle 104 #17-22, dirección en donde actualmente nos encontramos.

En sus orígenes el Buen Consejo se conocía como un colegio de modalidad femenina, en el año 2014 realizamos el proceso de transición a la modalidad mixta, esta acción permitió incluir nuevos y mejores procesos educativos, que benefician a nuestros niños y jóvenes.

Distintas religiosas han dejado sus huellas en este recinto, unas provenientes de España y otras de distintas partes del mundo. A lo largo del tiempo surgen múltiples acciones encaminadas en la vocación de ayudar a los demás en Colombia, consagrando la vida a esta bella labor; (Albán, San Bernardo, el hospital materno infantil, Barranquilla y Chocó) son algunos ejemplos.

En otros países como Perú, en su Amazonia, en Nauta, en Iquitos y Lima, en países del caribe como Puerto Rico (Bayamón y Aguada), y República Dominicana, (Santo Domingo y San Juan de la Maguana) se realizan misiones que hacen parte de esta obra, tan importante para las Hermanas Agustinas Misioneras, quienes se comprometen también a darle vitalidad y acompañar  educando con alegría y coraje.

Durante el año 2018, celebramos los 60 años de camino arraigado en el carisma y la espiritualidad de la congregación, con muchos frutos, y debido a esta alegría, la congregación se une a este acontecimiento con sentido y significado profundo de experiencias vividas, dando gracias a Dios por tantos dones recibidos.

Son muchos y diversos los egresados que hoy se encuentran por distintos países y culturas, desempeñándose como profesionales competentes, a ellos nuestro reconocimiento, cariño y admiración.

Somos privilegiadas y privilegiados por dicha celebración, porque significa haber logrado la formación de personas con calidad humana y cristiana, que hoy se encuentran conformando familias, empresas, trabajando, estudiando, conociendo, soñando, proyectando comprometidamente sus conocimientos y sapiencias.

En los años 90 por gestión de la Hna. María Begoña Landa Bárcena, se determina desarrollar la jornada adicional, y de la mano de esta decisión, se comienza a vincular mujeres jóvenes de escasos recursos económicos. Fruto de estas acciones es el ejemplo de la señora Mónica Díaz, egresada del colegio y actualmente contadora en nuestra congregación, al igual que ella, existen muchas otras jóvenes que dan testimonio vivo de la labor humana adelantada por las Hermanas Agustinas Misioneras…

Esta obra educativa misional ha apoyado diferentes proyectos sociales, de formación humana- cristiana, tanto a nivel nacional como internacional, por ello, la perspectiva de futuro que tenemos como congregación está directamente relacionada con continuar aportando a las familias, a la niñez y a la juventud en la formación integral de personas, que buscan promoverse y ser agentes de bien para el mundo.

Hoy festejamos 60 años de trayectoria, hacemos memoria de tantas religiosas, religiosos de la orden agustiniana, a distintos sacerdotes; a tantos profesionales que educando han dejado parte de sus vidas aquí, y a los laicos que han permanecido y continúan fieles y comprometidos con esta institución. Soñamos con celebrar otros 60 años con el permiso de Dios.

Otras generaciones vendrán, otros profesionales acompañaran y la misión permanecerá.

En buena hora y gratitud, felicidades Buen Consejo.

Hna. María Altagracia Gil Pichardo